Tierra de cineastas

AutorJosé Arrieta

Dicen que mientras el español mira al mar, el catalán mira a Europa. Las vanguardias, adaptadas al contexto local, dieron origen a movimientos como el de la Escuela de Barcelona, en los 60, y al Nou Cinema, en los 90, más emparentados con las vanguardias francesas que con el cine español, anclado todavía en el folclorismo y luego embriagado del exceso que representó la Movida Madrileña.

Pioneros como Fructuós Gelabert y Segundo de Chomón avisaron, con innovaciones técnicas y temáticas, desde finales del siglo 19, que Cataluña no sólo sería tierra fértil para el cine; con tiempo y talento, se convirtió en la potencia que es ahora. Y mostrará un poco de su trayecto en Guadalajara.

FANTASÍA A ESCENA

Los monstruos han sido fundamentales en el cine catalán. Lo sobrenatural e increíble ha formado parte de las historias de la gran pantalla desde hace más de medio siglo y esa tradición se pondrá de manifiesto en la exposición "El Cine es Fantástico", que hace una recapitulación de las películas que han marcado al Sitges -Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña-. La muestra, integrada por 55 carteles, está en exhibición en el Conjunto de Artes Escénicas.

A LA VANGUARDIA

Si a Bilbao, en el País Vasco, se le considera la metrópoli industrial de la Península Ibérica, a Barcelona se le reconoce como su capital cultural. La pintura, escultura, música y literatura surgida de la Ciudad Condal ha cautivado al mundo durante siglos.

Desde su llegada en 1896, al cine le ha pasado lo mismo. Los creadores, barceloneses primero y luego de toda la Cataluña interior, han sabido hacer suyo el arte de escribir con luz la vida; la cantidad de célebres cineastas que ha dado esta tierra se multiplica, en una alineación de cracks que supera los sueños de cinéfilos en todo el mundo.

Nombres como los de Fructuós Gelabert, padre del cine de ficción; Domènec Pruna quien, en 1931, produjo la primera película sonora en catalán; Pere Pujades, que impulsó el género policiaco en los 40 y 50; Pere Portabella, con una filmografía paralela a la del estallido de la Escuela de Barcelona, en el '66; Ventura Pons, Jaume Camino y Antoni Ribas, en la época de la transición a la democracia, durante los 70; Bigas Luna, durante los 80 y recientemente Isabel Coixet y Jo Sol, el segundo representante del Nou Cinema, forman una nómina fantástica.

En suma, el talento es tanto que no hay lugar a dudas en su papel como potencia del Séptimo Arte.

VIVIR Y OTRAS FICCIONES

Dirige: Jo Sol

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