AL TIRO / Ángel de la Guardia... Militar

AutorPaco Navarrete

Curiosa manera en que conmemoramos el Aniversario de la Revolución. Este 20 de noviembre nos amanecemos con nuevos detalles del Plan de Seguridad Nacional que despiertan muchas dudas y dan muy pocas certezas.

Este plan parte de un diagnóstico certero, incuestionable y más bien obvio: que la inseguridad pública está desbocada en nuestro País. Y que las corporaciones responsables del área son inoperantes, ya sea por incapacidad o por corrupción, más a menudo por una combinación letal de ambas.

Y a partir de ello, López Obrador presentó la semana pasada los ocho puntos que componen el plan de acción para el próximo sexenio. Más o menos, así van: 1.- Erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia. 2.- Garantizar empleo, educación, salud y bienestar. 3.- Pleno respeto y promoción de los derechos humanos. 4.- Regeneración ética de la sociedad. 5.- Reformular el combate a las drogas, incluyendo la legalización de algunas. 6.- Construir la paz con la posibilidad de amnistía a algunos delincuentes. 7.- Recuperar y dignificar las cárceles, y 8.- Crear la Guardia Nacional.

Pero como los puntos 1, 2, 3 y 4 son más vagos que el tío Bachas cuando salía por cigarros y no volvía en ocho meses, sólo nos quedan cuatro.

Reformular el combate a las drogas es una batalla perdida. Sólo queda legalizar y regularizar, que es tarea del Congreso. Recuperar y dignificar las cárceles se dice fácil, pero ni siquiera funcionan los bloqueadores de celular dentro de ellas, por lo que las extorsiones telefónicas siguen a la orden del día por todo el País.

La amnistía es un asunto por demás espinoso, porque ni siquiera está claro quiénes podrían ser sujetos de ella, y quiénes los listillos que se podrán aprovechar de un nuevo agujero legal para la impunidad.

Así las cosas, de ocho que teníamos ya nomás nos queda una: la creación de una Guardia Nacional. Partiendo de la certeza de que de todas las corporaciones de seguridad no se hace una, Calderón decidió meter en el embrollo, ahora sí que por sus pistolas, a los cuerpos militares.

A Peña Nieto se le hizo fácil continuar por esa vía fácil, con los resultados funestos que todos conocemos y sufrimos: la violencia no ha disminuido, sino todo lo contrario. Ese fue un punto fuerte a favor del Peje, mismo que capitalizó con el lema "abrazos, no balazos".

Y anda que ahora quiere dar el mando de la flamante Guardia Nacional... precisamente a los...

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