AL TIRO / La infame Villa

AutorPaco Navarrete

Nos enteramos la semana pasada de la venta de la Villa Panamericana. Aunque ese ha sido un problema complejo sin una solución sencilla, esta última fue la que parece haber tomado el Gobierno del Estado.

Conste, no apunto que sea "fácil", digo que es sencilla la salida que encontró el Gobernador Enrique Alfaro: endosarle la factura a otro. Fácil no ha sido por la maraña legal que han tenido que desenredar, además de la impopularidad que ha implicado ir contra los más elementales criterios ambientales.

La Villa es, en el mejor de los casos, un forúnculo, una verruga en el tejido ambiental de una zona crítica, la de recarga de acuíferos para buena parte de la Ciudad. En el peor, es un tumor maligno.

Más allá de las razones o pretextos esgrimidos para hacer la edificación en esa locación precisa, el hecho es que ahí está, y no va a desaparecer por acto de magia.

Obstáculos legales para su permanencia no tiene. Así lo indicó Alfaro: "No hay ya impedimento legal de ningún tipo para las Villas porque así lo decidieron los jueces que atendieron cada uno de los tres juicios que fueron presentados y que ya fueron desechados por distintas razones".

Agrega MURAL que la Villa tiene permisos de uso habitacional, otorgados por dos Administraciones de Zapopan: uno a finales de 2009 y otro en 2011, "ambos con dictamen de impacto ambiental aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente".

Entonces, el único problema pendiente es el del dinero. Mucho dinero. Y se resolverá con mil 500 millones de pesos. Nada mal, si consideramos que Pensiones del Estado aportó 345 millones para su construcción; la antes llamada Iprovipe -inmobiliaria dizque "de interés público" del Estado- puso otros 600 millones, más los 355 millones que apoquinó la constructora: un total de mil 300 millones.

En parte, eso está bien: los trabajadores del Estado no decidieron que se gastara ahí su dinero, y no tenían por qué ver que se evaporara. Pero el constructor sí lo sabía, y así le entró al enjuague con el entonces Gobernador, Emilio González, quien por cierto parece salir librado de esa y otras dagas más sin un regaño siquiera.

Pero el tumor sigue ahí.

Los próximos propietarios no son hermanitas de la caridad: si compran es para hacer negocio. Y si bien el Gobernador Alfaro afirmó inconcuso que no permitirá ni una construcción más en la zona... eso está por verse.

La Villa consta de 650 departamentos, pero no es...

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