AL TIRO / Los retos

AutorPaco Navarrete

A la orilla del Lago, en la región turística situada entre Jocotepec y Chapala, conocida como la Ribera, la inseguridad ha venido aumentando a lo largo de los últimos años. Peor aún, cada escalada se fue anunciando de manera clara y poco, o insuficiente, es lo que se ha hecho. Hasta ahora, que una buena parte de los residentes "fuereños" -extranjeros y nacionales- se plantea con seriedad la posibilidad de navegar hacia aguas más calmas, comienza una presencia clara de policías y militares.

Falta ver que eso asegure el éxito en apaciguar la Ribera, en qué tiempo y a qué precio. Claro, "no es Ciudad Juárez", se reza como letanía, pero eso no deja de sonar a triste consuelo. Lo cierto es que -por fin- cierra una administración estatal y pronto comenzará otra... y ningún candidato al trono ha abordado el tema con la profundidad necesaria.

Pues no sólo es la inseguridad misma, ahí y en otras zonas que están muy lejos de la imagen idílica que la provincia mexicana solía brindar a propios y extraños: los linderos con Zacatecas, con Nayarit, con Michoacán...

Es también la percepción de inseguridad que está más instalada entre la ciudadanía que un pariente conchudo. Todos parecen referirse al tema con obviedades y de la manera más vaga posible. Sin cómos ni cuándos. ¿Quién habla de labores de inteligencia, de salirse del esquema de "pitazos" para descubrir sospechosos y "tehuacanazos" para hacerlos confesar hasta del asesinato de Madero? Nadie. Unos hablan del cambio verdadero, otros repiten que no les tiemblan las corvas... y alguno presume sus relojes, tan caros que resultan un insulto.

Claro, todos se refieren también al tema de moda -o trend topic, que le dicen los duchos en redes sociales-, "los jóvenes". Así, entrecomillados y en bloque, todos juntos como si fueran un mismo paquete: los jóvenes. Ricos y pobres, feos y bonitos, listos o melolengos. Y se refieren a ellos por una simple y sencilla razón: nadie los entiende.

Sí, la cantaleta de todo adolescente en crisis se ha hecho realidad, al menos para los asesores políticos y jefes de campaña: no saben cómo abordar un problema que ni siquiera tenían contemplado al inicio de la contienda. ¿Qué demonios quieren "los jóvenes"?, y más importante, ¿cómo hacer para pescarlos antes de que otro partido lo haga?

Tan...

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