Al Tiro / ¡Vámonos, mi Lupe!
Autor | Paco Navarrete |
Ya es oficial: arrancan las hostilidades del maratónico puente Lupe-Reyes, el legendario periodo vacacional que inicia el 12 de diciembre para terminar el 6 de enero, si acaso.
Claro que las vacaciones en sí no duran todo ese tiempo, a menos que sea uno diputado o funcionario de Gobierno -en cuyo caso el año entero se les hace poco para colgar la hamaca y agarrar la jarra-, pero el ánimo sí que cambia, con la excusa de que se requiere bajar el ritmo de trabajo para adaptarse a los rigores del frío invernal y las duras nevadas que azotan el gélido y desolado Valle de Atemajac. Sí, claaaro...
Por eso no me refiero a un supuesto "espíritu navideño", más falso que un billete de dos pesos, sino a "hostilidades": por la tensa furia con que la mayoría de nosotros enfrentamos la temporada; en estos tiempos de hipercapitalismo globalizado, no disponemos más que de 10 u 11 días de vacaciones al año y un aguinaldo que se pierde antes de llegar al Año Nuevo, a menos de que sea uno dueño de su propio minichangarro, en cuyo caso no se dispone de vacación alguna, a menos que no haya chamba, y entonces sí hay tiempo para descansar, pero no dinero, y menos ahora que la economía gringa amenaza con una sacudida que puede mandar a muchos a la lona. Gulp.
Entonces, ¡a chupar se ha dicho! Con suerte tales hostilidades, bien perfiladas, no pasarán de algunas guarapetas de campeonato, con despertares nebulosos y cacahuates garapiñados incrustados en las orejas; sabor a centavo en la boca y un espantasuegras enrollado en la lengua. Cosa fina.
Esa es la buena noticia. Malo, que te veten de las fiestas. O no amanecer, como dijo un optimista. O en un plan menos trágico: sufrir la cruda con anticipación. Como esos que empiezan a mediodía, se distraen e interrumpen el ritmo por cualquier causa y a las siete de la tarde ya traen la cabeza como motor de midibús en hora pico: acelerando a fondo y sin avanzar ni un centímetro.
Algo así deben estar sintiendo muchos de nuestros funcionarios estatales, ahora que a los del Congreso les dio por hacer bien la tarea... y deshacerle la plana al Gobernador Emilio, en materia presupuestal.
De entrada amenazaban con borrarle más de 700 millones, y vayan a ustedes a saber en cuánto quedó, ahora que votaron finalmente en el Pleno. Pero de que a varios les dieron en pleno... eso que ni qué. Más curioso...
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