Toda una nueva generación
| Autor | Stephanie Quiles |
Creían que se dedicarían a la gastronomía, se preparaban en esta materia en la Universidad Autónoma de Baja California, pero dieron giro a su carrera para dedicarse al mundo del vino e iniciaron su marca: Duoma.
"Soy de Sonora, llegué a estudiar la carrera a Ensenada en 2006, ahí conocí a mi esposa (Carla Figueroa), pero nunca hemos ejercido en ello ni hemos tenido restaurante, sino que a mitad del plan de estudios tuvimos nuestra primer clase de enología, y nos adentramos en ese mundo, y luego hicimos la especialidad de enología", dice Eliecer Rodríguez, quien a sus 32 años de edad ya está montando su vinícola en el Valle de Guadalupe.
Como compañera en la licenciatura estaba Julieta, esposa del doctor Víctor Torres Alegre, así es que Carla colaboró en esa vinícola durante cuatro años y Eliecer por uno, hasta que se integró al equipo de Relieve, con Wenceslao Martínez; fue el momento preciso, pues acababan de adquirir equipo nuevo y querían incrementar la producción.
Tras cinco años en Relieve, en 2016, la pareja comenzó su propio proyecto: Duoma, que proviene de "dos manos". Carla, de 30 años de edad, quería arrancar con una barrica, pero para "Eli" eso era sólo suficiente para consumo propio y de amigos, por lo que procesaron cinco toneladas, 300 cajas.
Aquí comenzó la etapa de romper esquemas, pues decidieron comprar uva en Uruapan, en el Valle de la Grulla, Antigua Ruta del Vino. Para la vinificación primero lo hicieron en Relieve, el segundo año en Cava Córdoba y así se han valido de amigos para no dejar su proyecto, que hoy se materializa más, pues ya están construyendo su bodega en el Valle de Guadalupe y planean vinificar ahí.
"Nos decidimos por uva de Uruapan para los tintos por la calidad de su uva, en Baja California tenemos dos sierras, y el deshielo de San Pedro Mártir es el que cae en esta zona, es agua de mucho calidad; sí se sufre por la escasez de agua, llueve muy poco, pero en la sierra siempre nieva, así es que es menos drástico el impacto.
"Un año después hicimos 600 cajas, empleamos uva Nebbiolo, Syrah y Cabernet. Luego, 2018 fue mala época para las tintas, por eso sólo hicimos blanco, un Moscatel con Grenache Blanc, pero de Ojos Negros. El blanco se nos complicaba por el tema de existencia de uva, nos hemos dejado llevar por lo que se va dando, y nos ha servido mucho la experiencia de usar otras uvas, así el vino va a ser diferente a lo que normalmente hay en el mercado", explica Eliecer.
LAS COSAS DISTINTAS
"Uruapan...
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