Todo por ayudar
| Autor | Daniel Gaspar |
Ella no se dio cuenta, pero unos "ángeles" de carne y hueso lucharon por su vida.
Silvia tiene 35 años y el 31 de octubre la operaron porque tenía un intenso dolor en el abdomen. Los médicos descubrieron que tuvo un embarazo fuera del útero.
Todo se complicó días después de la operación pues tuvo una infección que se expandió por todo el cuerpo y el 8 de noviembre necesitaba un hospital con urgencia.
Víctor Camuñas Loza, uno de los médicos que atiende las llamadas que llegan al Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU) Jalisco, se enteró del caso y, con la información que le dieron, sabía que si no la hospitalizaban pronto, podría morir.
Pero Silvia no tiene Seguro Social, mucho menos para pagar un hospital privado donde un día en terapia intensiva llega a costar hasta 45 mil pesos.
Víctor dejó de ser médico por un minuto y se volvió un negociante: marcó al Hospital Regional de Puerto Vallarta y les dijo que necesitaba que recibieran a Silvia aunque no tuviera seguro.
El personal del nosocomio le preguntó detalles para valorar si de verdad era un caso de vida o muerte, él les explicó la situación y les dijo que tenía dificultad respiratoria y que estaba muy grave.
Luego de que le dijeron que la aceptarían, Víctor no pudo contener la felicidad.
"Llevo 20 años en esto y me sigo emocionando por una paciente", comentó.
Minutos después se determinó que el Hospital Regional de Puerto Vallarta no sería suficiente para Silvia pues se requería atención de especialistas y equipo que sólo tiene un hospital de tercer nivel.
Los únicos de esa categoría en Jalisco, Nayarit, Colima y Zacatecas, son el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde y el Centro Médico de Occidente. Y como no tenía seguro, la enviaron al primero.
Para esto se envió el helicóptero de SAMU con los médicos Patricio Nava y Sergio Briceda, sin costo para Silvia; el viaje en uno privado vale más de 100 mil pesos.
El helicóptero tiene una versión portátil de todo el equipo y medicamento que hay en una sala de terapia intensiva con desfibrilador y monitor cardiaco, que se puede poner en una camilla para llevarlo a donde sea.
Pero había otro problema, las dos ambulancias del Hospital Regional de Puerto Vallarta no estaban disponibles y se necesitaba llevar a Silvia a la Clínica 42 del IMSS donde está el helipuerto.
Por suerte...
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