Todo gracias a papá

AutorJosé Armando García

Édgar Bejarano (Guadalajara, 1965), matador de toros en retiro, tenía, como buen papá, la ilusión de que sus tres hijos abrazaran su profesión, ser torero, algo que no sucedió, aunque la vida le brindó otra opción.

édgar, Rafael y Enrique son los tres hijos del torero tapatío y en vez de ir por la vida con sus avíos de torear, han preferido encaminar sus pasos a otro tipo de arte, la danza, la cual los ha colmado con diversos reconocimientos y satisfacciones.

"Sincretiza un poquito lo que mi padre hizo conmigo, lo que el papá de mi papá hizo con él, como vengo de una dinastía de toreros es una apreciación diferente, tomando en cuenta que los hijos tienen una vocación y si salen buenos con mayor razón, porque no los voy a equivocar, vi que aman la carrera y son buenos los hijos, son buenos los tres", expresó Bejarano.

El primero de los tres hijos, Édgar, es quien más cerca estuvo de ser torero, pero su gusto por la plástica lo encaminó al Centro de Educación Artística José Clemente Orozco en donde descubrió el ballet y "cambió de mallas".

"Yo soy licenciado en Artes Plásticas y aparte he compartido el gusto de poder bailar con mis hermanos y en el extranjero, tengo unas exposiciones en La Habana, Cuba, en la Casa de la Cultura de México para el Día de Muertos, aparte de que ya tengo un contrato para una galería en La Habana, Cuba", dijo Édgar, quien realizó un bronce para Enrique Michel, de Dulces de la Rosa.

"Sí quise ser torero en una etapa joven de mi vida, pero hubo un golpe de agua fría cuando me dijeron o ballet o toros, obviamente escogí el ballet y los toros los dejé en segundo término más que nada porque mi pasión ha sido el ballet y ha sido más fuerte que la misma ascendencia taurina que he tenido en mi familia".

Para que Édgar se haya dedicado a la plástica y la danza, el apoyo de su padre fue definitivo.

"Sobrehumano. Es sobrehumano porque realmente, si no es fácil mantener una casa, mantener tres casas y en el extranjero es casi imposible y darle la prioridad en su momento y forma a cada uno ha sido medular y clave para poder desarrollarnos, más que nada porque cada uno tiene diferentes etapas".

Actualmente Édgar se dedica de tiempo completo a la plástica y lo más cerca que está de los toros es en la realización de pinturas y esculturas de corte taurino.

A WASHINGTON

Rafael, quien es el segundo de los hijos, empezó a incorporarse al ballet por seguir a su hermano mayor y tras sus estudios en Guadalajara, migró a Estados Unidos...

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