TOLVANERA / Oportunidad

AutorRoberto Zamarripa

La mañana del 10 de mayo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador deslizó en su conferencia una petición: dennos una oportunidad.

Difícil que esa pizca de humildad asomara en medio del asedio y del envalentonamiento. Y asomó. Hay un sutil cambio de lenguaje y una discreta manera de decir que los temas deben dirimirse de otra forma.

Señal o lapsus, el asunto tiene que ver con una realidad que acicatea y frena; que reta y entorpece. La vorágine de denuestos, las invectivas, la tormenta de vituperios que ha infectado redes sociales, conversaciones públicas, tratos cotidianos no permite asomarse con claridad a las raíces de problemas, a las condiciones reales, a las razones y no tanto las pasiones que desatan los reclamos.

La rispidez ha hecho daño. Más allá de si el torneo de descalificaciones entre gobernantes y adversarios hizo mella en las encuestas de popularidad, lo ha hecho en la convivencia, en la relación de poder público y ciudadanos, en el entendimiento hasta convertirse en factor serio y grave de conflicto.

"Es un desafío; que nos esperen. Ellos tuvieron la oportunidad. ¿En 36 años qué hicieron? Arruinaron al país. Ahí están los datos, creció la pobreza, creció la corrupción, creció la violencia, que nos den oportunidad de demostrar que hay otra forma de gobernar y que vamos a salir adelante", dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera.

Pedir una oportunidad no parecía estar en el escenario de conversación del Presidente, aún cuando lo diga en medio de la batahola.

El abrumador triunfo electoral otorgó un tremendo impulso y legitimidad para el nuevo gobierno, aunque también generó confusión, mareo. El voto fue una opción ciudadana, una oportunidad otorgada. Quizás fue confundida con una carta de merecimiento inapelable.

Ahora que el impulso ha disminuido su fuerza se ventilan nuevos problemas. No es que millones dejen de creer en las promesas por las que votaron pero sí que encuentren las lógicas dificultades del tamaño de la promesa con la capacidad de realización.

"Son muchas las necesidades, pero las vamos a ir atendiendo poco a poco", ya advirtió este sábado el Presidente ante el páramo de Jesús María, en el municipio del Nayar, donde pareciera que la mano de Dios...

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