Tonatiuh Bravo Padilla / El campo y el TLCAN

AutorTonatiuh Bravo Padilla

Como ya es de dominio público, el primer día de este año 2008 terminó el proceso de desgravación de artículos básicos para los mexicanos tales como el maíz, el frijol y la leche. Esto, como resultado de la última etapa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Atendiendo a los diferentes puntos de vista en este tema, están por un lado los productores mexicanos que exigen la renegociación del TLCAN, argumentando que no sobrevivirán a la oferta de los granos que provendría de Estados Unidos. Por otro lado están los defensores del acuerdo comercial, que basan sus argumentos en el acelerado crecimiento de las exportaciones hacia nuestros vecinos del norte -lo que ha implicado reducciones en los precios de estos bienes.

Para poner el tema en perspectiva, vale la pena tomar en consideración que, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, la aportación del sector agropecuario al Producto Interno Bruto de México (que es la medición comúnmente aceptada de la actividad económica de un país), ha caído consistentemente desde la entrada en vigor del TLCAN, de 5 por ciento en 1995 a 3.5 por ciento en 2004.

Cabe señalar que las actividades que tienen una participación mayor en el PIB son la industria manufacturera -que se ha beneficiado en gran medida del tratado-, el comercio y el sector servicios. Así, las exportaciones por manufacturas en 2007 se espera que alcancen alrededor de los 220 mil millones de dólares, mientras que en el sector agropecuario sólo 8 mil millones. Esto significa, que en términos de comercio exterior las manufacturas exportan 28 y media veces el valor de los bienes agropecuarios.

Desde luego que las exportaciones de bienes agropecuarios no son toda la historia, es también relevante la producción que se dedica al autoconsumo y la que se va al mercado interno en México. Para explicar lo que ha sucedido en los últimos 14 años -el tiempo de vigencia del acuerdo comercial- es necesario echar un vistazo a la composición de las exportaciones de México. De ello se puede concluir que la soberanía alimentaria está perdida, ya que de 6.1 millones de toneladas de trigo que se consumen, 3.6 son importadas. De igual manera, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, de 1.1 millones de toneladas de arroz que se consumen, 800 mil se importan.

Las condiciones que determinan cuan barato -o caro- es producir un bien en un país son de la más...

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