Tonatiuh Bravo/ México y Cuba: fin de una época

Hasta donde la memoria alcanza, es la primera vez que un Jefe de Estado presenta una grabación de conversación telefónica con otro Jefe de Estado, no en el contexto histórico o de acontecimientos años atrás ocurridos, sino de hechos hace un mes acontecidos, en medio de relaciones vivas e intensas entre dos países vecinos.

En razón de la trascendencia política y los posibles desenlaces, habría que hacer un análisis objetivo frente al adverso panorama. El contenido de la grabación y de los hechos alrededor de los cuales se da, podrían hacernos apuntar los siguientes elementos.

Asistimos al fin de toda una época en las relaciones de México y Cuba, en realidad culminación de lo que venía aconteciendo desde los últimos años del periodo del Presidente Ernesto Zedillo. ¿Qué ha pasado? Es muy complejo contestar en pocas líneas, pero uno de los hechos centrales es que paulatinamente, ambos países adoptaron líneas de desarrollo distintas y cada vez han sido más distantes las relaciones y pocos los intereses comunes.

Paradójicamente, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, al que tanto se opuso en su momento Jorge Castañeda, es el principal factor que contribuyó a la quintuplicación del comercio y la multiplicación de las relaciones bilaterales entre México y EU.

Al triunfo de la Revolución Cubana y la solidaridad indiscutible de México y el entonces dominante régimen de la Revolución Mexicana (PRI), le siguió un largo periodo caracterizado por fuertes y sólidos lazos de amistad y respeto, pero también de tácita aceptación de terrenos en los que ninguno intervenía.

Así, los acontecimientos de Tlatelolco 68 y Junio de 1971, poca atención pública merecieron de La Habana (mención aparte merece el asunto del proceso electoral de 1988 y la asistencia de Fidel Castro a la toma de posesión de Salinas) y, como contraparte implícita, el tema de los derechos humanos en Cuba o de las libertades públicas en la isla ninguna atención merecían al Gobierno mexicano.

El cambio en las características de los últimos gobiernos priístas, sobre todo el de Ernesto Zedillo, enfriaron las relaciones con el Gobierno cubano. En los dos últimos años ya de hecho, fueron más los desacuerdos y las dificultades que las posiciones en común y los consensos.

El Gobierno de Fox, particularmente su Canciller, establecieron casi desde el inicio de su gestión que, habiendo habido un cambio de régimen en el país, el Gobierno mexicano replanteaba sus relaciones y redefinía...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR