Tópicos Empresariales / Basura y multas
| Autor | Gonzalo Rivero Torrico |
Cuando un viajero viene en automóvil desde alguna ciudad de Estados Unidos hacia México percibe claramente que, al cruzar la línea divisoria, se encuentra en otro entorno. No es que el paisaje hubiera cambiado, ni el clima tampoco. Físicamente todo es igual, pero es evidente que el viajero se da cuenta que las construcciones de este lado son más pequeñas, las casas se han edificado unas pegadas a las otras, sin espacio entre ellas, como pasa en la ciudades que dejó atrás, y son pocos los jardines que abundan en el otro lado.
Los edificios públicos son también más pequeños, los espacios para estacionar el automóvil son limitados, los colores con que han sido pintados son más oscuros, las ventanas más chicas, el mobiliario antiguo y mal conservado. No hay un espacio cómodo entre los edificios y las viviendas que los viajeros encuentran han sido levantadas casi pegadas, al otro lado de la calle angosta. Tampoco hay espacio a los lados de las carreteras, pues las construcciones y los negocios están prácticamente sobre ellas.
Pero lo que más llama la atención es encontrar basura en las calles y a la vera de los caminos. De este lado no existen los letreros que se ven en las vías de comunicación del otro lado, en los que se recuerda que si alguien es sorprendido tirando basura será multado con 500 dólares. Tal vez por el temor a ser infraccionado y tener que pagar una multa tan cara, la gente se ha educado para conservar limpias tanto la ciudad como las carreteras. Seguramente saber que aquellos letreros no son sólo una amenaza, sino que los guardianes de la ley hacen cumplir cabalmente sus disposiciones, es otro motivo para disuadir a cualquiera. Y no menos importante es el sentir que se vive en un ambiente limpio, al que todos contribuyen.
Ahora hemos sabido, por los medios de comunicación, que nuestras autoridades también están haciendo un nuevo esfuerzo por lograr que nuestra Ciudad se vea limpia. Seguramente ha llegado a sus oídos el clamor de quienes están cansados de ver que en todas las calles y parques de nuestra ciudad se acumula la basura ante la indiferencia de quienes parecen estar ya acostumbrados a encontrarla. Tal vez también han escuchado los comentarios de quienes nos visitan del exterior, que comentan que la suciedad de nuestras calles es un lunar que perjudica nuestra imagen. Y posiblemente también se han dado cuenta que esa basura acumulada puede ser un foco de infecciones y alimento para las ratas.
Sin embargo, es pertinente...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba