De toros... es lo que digo yo/ Una paradoja taurina

AutorJorge Cuesta

La Fiesta Brava está llena de contradicciones, así ha sido siempre, y así seguirá.

Por un lado, la gratificante charla que tuve el día 6, con el maestro Antonio Corbacho, taurino amante de la Fiesta que viajo de España, solamente para estar dirigiendo en la confirmación de alternativa de su alumno, Ignacio Garibay, en la México.

Con mucho entusiasmo y alegría, me habló del novillero jalisciense, Antonio Bricio, quien en San Sebastián, España, cortó una oreja el pasado día 4 y resultó el triunfador de la tarde.

"Tengo mucha fe en mi tocayo", manifestó, "es un torero de mucha clase y con el valor suficiente para llegar lejos. No veas con qué disciplina y afición están tomando los mexicanos su profesión", dijo.

"Se la pasan entrenando y no me sueltan un minuto. Este Bricio, al igual que Ignacio Garibay, va a llegar a México tumbando caña. No le pierdas de vista.

"José Orozco 'El Jalisco' es de otro corte, todavía está verde, pero aprende rápido y tiene un valor espartano; este novillero es de los que si cuaja, va arrastrar multitudes. Ya me voy de vuelta, para estar con él en su debut", expresó.

Casualmente, 5 días después, Pepe Orozco, se pegó un arrimón el día 11 y puso de cabeza la plaza de San Sebastián, como para afirmar lo que dijo su maestro.

Este Corbacho sabe tela de toros; con él se vino José Tomás un año a México para hacerse torero, y hay que ver el sitio donde lo puso... Hoy por hoy, es el mejor torero del mundo.

Por otro lado, lo contradictorio y negativo... mientras Carlos Peralta se gasta miles de dólares en promover novilleros tapatíos internacionalmente, y el maestro Antonio Corbacho se desvive enseñándolos, aquí en...

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