De Toros... Es lo que Digo Yo/ El que poco pide, nada merece

AutorJorge Cuesta

Terminó ya la temporada 1999-2000 de la Plaza México. Se cortaron veintitantas orejas y dos rabos y a pesar de todo quedó un hueco. Los nombres fuertes, aunque triunfaron no conmovieron. Enrique Ponce sigue sin entender al toro mexicano y desde luego sin ajustarse. No hizo nada especial con el capote; estuvo amanerado y tieso con la muleta y pésimo con la espada. Tres tardes toreo y tres dio coba al neo aficionado de la capital, que le aplaude.

Julián López "El Juli", actuó en dos polémicas tardes, sin redondear, ante una parroquia que ya no se le entrega fácilmente, por la similitud de sus trasteos y el poco trapío de sus lotes. Por lo demás... Sí, cortó un rabo Eloy Cavazos en el mano a mano con Enrique Ponce, (quien se llevó una oreja). Sí, cortó Manuel Caballero seis orejas en tres tardes. Sí, cortó dos orejas Alfredo Gutiérrez. Sí, cortó una oreja Ignacio Garibay en su confirmación de alternativa y también cortaron orejas, Espartaco, El Litri, Jorge Gutiérrez, Manolo Mejía, "El Zotoluco" y Uriel Moreno "El Zapata". ¡Sí, sí, sí!, pero... ¿No fueron sólo faenas con mucho oficio y poco arrebato?. Descontando las extraordinarias actuaciones del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que pasó a la historia y será leyenda por haber cortado un rabo en la Monumental Plaza México, los éxitos de los demás con todo su magnífico oficio, no pasarán de ser simplemente estadísticas, números, cifras. Poco para el espíritu y nada para la nostalgia.

Dicen que: "El que poco pide, nada merece", y para mí, la temporada de la "México", estuvo coja, le faltó esencia.

Hubo toros excelentes...

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