TRANSVERSAL / Hagamos, Futuro

AutorDavid Gómez-Álvarez

Los informes de gobierno son cada vez más irrelevantes. No sólo porque el formato caduco resulta poco atractivo, sino porque lo importante se informa en otros espacios: desde una entrevista radiofónica hasta un tuit, como ocurrió la semana pasada. Los informes se han convertido en una ceremonia aburrida con una narrativa triunfalista acompañada de una retahíla de cifras.

En cambio, los destapes fueron lo que marcó la semana de informes. No fueron los rezagos, mucho menos los avances de las administraciones municipales, sino el reacomodo de los actores políticos lo que definió el debate público. Pero sería injusto no destacar nada de los informes, aunque un alcalde se encargó de remarcar las diferencias entre municipios: una comparación inevitable y hasta saludable, pero políticamente incorrecta. Como si se tratara de ciudades de distintos países, comparar los municipios metropolitanos se entendió como competencia desleal, cuando en realidad debería de ser un ejercicio de crítica competitiva.

Más allá de los indicadores, que siempre resultan complejos de interpretar, está el ánimo social: ese humor impredecible de la ciudadanía, que sólo las encuestas logran capturar por instantes. Según diferentes sondeos, hay cierto desánimo frente a las expectativas de cambio de las actuales administraciones, como ha ocurrido en las últimas alternancias. No es lo mismo ser oposición que gobierno. Sin embargo, el electorado aun no percibe en la oposición una alternativa, acaso por la falta de liderazgos claros. Más vale malo por conocido que bueno por conocer, parecería ser el estado de ánimo de los electores de la Perla Tapatía a menos de un año de la elección. Sobre todo, porque la alternativa (el partido del Presidente) también ha decepcionado, aun sin haber gobernado localmente.

En la práctica, las elecciones del próximo año podrían ser una suerte de ratificación de mandato: una referéndum de (des)aprobación de la gestión del Presidente vis-a-vis la gestión de los propios alcaldes y del gobernador. No es lo mismo aprobación que intención del voto. Algunas encuestas colocan al partido del Presidente por encima del partido del gobernador y viceversa...

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