Une su chocolate cariño y tradición
MURAL / Staff
Cada dulce o chocolate de este negocio concentra más de 80 años de tradición familiar.
La familia Papadakis Larriñaga es la cuarta generación que elabora a mano estos productos; sin embargo, es la primera en establecer un negocio dedicado a su venta.
Todo inició con Lester Motis, empresario griego que, después de viajar a Estados Unidos, cambió de residencia a Parral, Chihuahua, donde en 1929 empezó a producir chocolates junto a su esposa e hijos.
Una de sus hijas, Irene Motis Acosta, aprendió de su padre los secretos del trampado y la decoración a mano. Ella, a su vez, transmitió todos los conocimientos a su nuera, quien los aplica a cada una de las piezas de chocolate de la empresa Corazón Cacao.
"A pesar de que mi suegra tiene 76 años, viajó desde Parral, Chihuahua, para enseñarnos a mis hijos y a mí los secretos en la elaboración de chocolates; ahora toda la familia conoce el proceso", dijo la empresaria María Larriñaga.
La marca Corazón Cacao, que ahora brinda empleo a cuatro integrantes de la familia, surgió como una manera de englobar los efectos que produce el chocolate en el cuerpo.
"Te pones contento, te sientes enamorado, te da una sensación de mucho placer, sientes que te abrazan; además, queríamos algo que hablara de la tradición y el cariño", detalló.
En su local en Plaza Pabellón es posible encontrar una gran variedad de chocolates, desde los blancos y amargos, hasta los rellenos con higo o dátiles. Además, también ofrecen bebidas y empanadas.
La base del chocolate que manejan es belga, agregó María Larriñaga, y en cada pieza hay entre un 70 y 50 por ciento de cacao.
El proceso de elaboración artesanal, así como la atención personalizada de los dueños del lugar, son sus fortalezas frente a la competencia.
"(Esto es la) diferencia de las otras chocolaterías, que utilizan moldes de corazones o figuras para hacer los chocolates, aquí todo se trampa a mano, es decir, se corta y diseña con la mano", señaló.
El lugar, con cupo para 60 comensales, está decorado con tonos rojos y amplias vitrinas.
La emprendedora, quien también es diseñadora gráfica de profesión, aseguró que cada integrante de la familia le imprimió algo de ellos, ya sea en la decoración del inmueble, el diseño de la terraza o en las cajas y envolturas de celofán, que también son de su autoría.
La creatividad, subrayó, es otro elemento clave para distinguirse de las marcas comerciales.
"Lo difícil es hacer venir a la gente, que se animen...
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