Usan 'charola' para matar

AutorAntonio Navarrete y Érika Haro

Con una placa de policía, la banda de los acapulqueños engañó a una pareja con la que se toparon en el Camino a Colimilla, a quienes asaltaron y arrojaron a una caída de agua de 100 metros de profundidad.

Los asaltantes y asesinos, originarios de Acapulco, son los mismos que mataron a dos empleadas del Hospital Juan I. Menchaca, conocido también como nuevo Hospital Civil, víctimas que fueron encontradas "entambadas" la mañana del jueves.

En los primeros días de octubre, Julián Sanabria Estrada, quien aparentemente fue oficial de la Policía Municipal de Acapulco, José María Bañuelos Magallón, Cirilo García Cruz y José Luis Ferulero Lorenzo bajaron en un auto a Puente de Arcediano por el Camino a Colimilla.

En el trayecto se encontraron a una pareja que estaba a la orilla del empedrado, a un lado de un auto Malibú gris, con placas JCS-5709.

De acuerdo con versiones extraoficiales, Sanabria Estrada se separó de la corporación policiaca del puerto en mención, sin embargo, conservó la placa de cargo.

Cuando se toparon con el hombre y la mujer, de quienes se desconocen identidades, sacaron una torreta roja y se hicieron pasar por policías identificándose con la placa oficial.

Los delincuentes les dijeron a las personas que les aplicarían una revisión de rutina; ese fue el pretexto para someterlos y robarles los objetos de valor que portaban.

El grupo delictivo llevó a la pareja hasta la represa Los Monos, donde aparentemente los golpearon y los arrojaron vivos a una caída de agua que tiene una profundidad de 100 metros.

Uno de ellos tomó a la mujer de los pies, el otro de las manos, y tras columpiarla la aventaron al vacío.

Los otros dos trataron de hacer lo mismo con el hombre, pero en un primer intento la persona cayó sobre una cornisa, por lo que tuvieron que bajarse por unas escalinatas, volver a tomar a la víctima, columpiarla y arrojarla al vacío.

Después huyeron llevándose el Malibú.

Las versiones, aún no confirmadas, indican que el hombre asesinado era casado, que su esposa no interpuso ninguna denuncia de desaparición porque supuestamente tenía conocimiento de la relación extramarital que sostenía su esposo y consideró que esta era la razón de su ausencia de varios días.

El 7 de octubre, una persona vio el cuerpo humano atorado entre unas rocas y dio aviso a las autoridades.

Bomberos de Tonalá fueron quienes lo rescataron y quedó...

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