Utilizan policías tapatíos uniformes 'prendidos'
| Autor | Grettel Rosales |
Las quemaduras que sufrió el comandante tapatío Óscar Humberto Barragán Sáinz cuando su uniforme se incendió al meterse a una casa en llamas para rescatar a unos niños, demostró que los oficiales de Guadalajara usan uniformes "bien prendidos".
Debido a que las camisas y los pantalones de los uniformes están hechos con telas de fibras sintéticas, son altamente flamables y se queman en cuestión de segundos.
Por este motivo, en la corporación policiaca tamaron la decisión de cambiarlos.
"Yo no me atrevería a meterme a un incendio con ese uniforme", fue la primer frase que exclamó Barragán Sáinz, comandante de la Policía de Guadalajara, al recibir su uniforme nuevo cien por ciento de poliéster en el 2005.
Dos años después, el comandante Barragán se vio en la necesidad de ingresar a un domicilio de la Calle Túnez, en la Colonia Libertad, donde había una fuga de gas y en el interior se encontraban niños. El resultado: un flamazo que lo lesionó a él y a otros dos policías, quienes también resultaron con quemaduras.
"Todos los niños se habían salido, eran cinco entre 4 y 5 años, muy pequeños; salió uno de los compañeros y me dijo que ya estaba todo controlado, pero yo escuché un sonido que era del brincolín que estaba en la casa y que se estaba inflando y luego vino el flamazo que me tumbó", relata Barragán Sáinz.
El uniforme que llevaba puesto el comandante se consumió en cuestión de segundos y sólo quedó protegido del tobillo hacia el pie por el calcetín, así como en sus partes íntimas, por el calzoncillo que era de algodón.
"Recuerdo que veía como que colgaba 'algo' de mis brazos y luego unos vecinos llegaron y también paramédicos que me echaron un balde de agua. Una vecina permitió que me pasaran a su casa y me bañaron. Me subí a la ambulancia. Le pregunté al paramédico que si me iba a morir y me dijo que no me preocupara, de allí ya no me acuerdo".
Quemaduras de segundo y tercer grado profundas en el 70 por ciento de su superficie corporal además de quemaduras internas en el sistema respiratorio, las cuales hasta la fecha no se conocen sus consecuencias, fue el diagnóstico de los doctores del Centro Médico de Occidente para el comandante, quien permaneció internado tres meses y medio luego del accidente.
"Si hubiera llevado puesto un uniforme con material un poco más resistente al fuego, yo creo que no hubiera resultado tan dañado, aunque de todos modos hubiera tenido algunas consecuencias", reflexiona Barragán Sáinz, quien actualmente cursa...
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