Vacaciones eléctricas

AutorEduardo Cánovas

Estoy a bordo de un auto totalmente eléctrico pero que integra un motor de gasolina. ¿Cómo es eso? Se trata del BMW i3 REX que utiliza el motor de combustión para mantener la carga de la batería. En otras palabras, es un dinamo que no interviene en la tracción, como sí ocurre en vehículos híbridos.

Les contaré a ustedes lectores del viaje que realicé en el BMW, con mi piloto, copiloto y mejor compañía: mi esposa Elena. Fue un recorrido de mil y tantos kilómetros, de Ciudad de México a San Miguel de Allende y de regreso.

En el tablero del auto hay dos indicadores. Uno pequeño en color gris indica el combustible que hay en el tanque, con capacidad para sólo 9 litros y que permite avanzar 165 kilómetros.

El otro indicador es de color azul, y es el de la carga de batería, ésta cuenta con autonomía para 198 kilómetros. En conjunto, estas fuentes ofrecen 363 kilómetros.

El motor, en todo caso, arranca automáticamente conforme lo vaya requiriendo el auto. Es silencioso, casi imperceptible. Y mientras avanzamos por kilómetros y kilómetros la carga de la batería no se reduce. Pero sí disminuye el nivel del indicador de gasolina.

Bien, pusimos el odómetro en cero y arrancamos a Querétaro para visitar a Lucy, mi hija; Omar, y mis nietos, Naty y Sebas.

Mi esposa maneja muy bien y ella decidió llevar el auto. Como es muy silencioso y trae un sistema de sonido Harman Kardon fue un gozo escuchar la música. Uno se olvida de la velocidad y, ¡oh!, sorpresa, es capaz de alcanzar los 150 kilómetros por hora con una magnífica estabilidad.

A media carretera hicimos nuestra primera parada. Cargamos gasolina y conectamos el i3 en un restaurante. Estuvimos menos de una hora y seguimos el viaje. Llegamos a Querétaro sin ningún contratiempo.

Al día siguiente, emprendimos el camino a un pueblo mágico del que oí hablar y que lleva mi apellido en su nombre: Jalpa de Cánovas. Decidimos visitarlo, no sin antes cargar la batería en Querétaro y llenar su tanquecito de gasolina.

Tras una hora de camino nos empezamos a preocupar pues no encontrábamos...

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