Una, y otra, y otra vez

AutorJosé Morales

Usar un jabón nuevo en cada lavada de manos, no tocar las chapas de las puertas o cerrarlas y abrirla cinco veces, usar cubiertos desechables propios en el mismo restaurante y sólo tratar con la misma mesera, son algunas conductas que Melvin Udall (Jack Nicholson) muestra en la película Mejor Imposible Esta cinta da cuenta de los rasgos de un obsesivo compulsivo, de tal manera que mejor sería imposible; Udall, escritor de novelas, es un personaje caprichoso cuya vida cambia, no por la psicoterapia, sino por el hecho de que se ve obligado a ser niñera de Simon, el perro de su vecino.

¿Cómo es esto? Las obsesiones y las compulsiones pueden ser interpretadas de diversas formas, así como sus tratamientos, pero se podría empezar a abordar el tema por definir de la manera más sencilla estos llamados "trastornos de ansiedad" Las obsesiones son pensamientos repetitivos que se dan en contra de la voluntad de la persona, y cuando éstos se llevan a la acción, se nombran compulsiones.

Tradicionalmente consideradas como una enfermedad mental, las obsesiones y compulsiones son más comunes de lo que podría creerse; Miguel Alberto Ramírez Villaseñor, terapeuta familiar, piensa que las ideas obsesivas se presentan al menos alguna vez en todas las personas.

"Si revisamos, no hay nadie que no tenga una cuestión que parezca obsesiva; la cuestión sería distinguir cuando esta idea obsesiva va de la mano de tu infelicidad", aclara Ramírez.

Desde cuestiones tan simples como cuando en la noche no se concilia el sueño por estar pensando si se cerró correctamente la puerta o no, o hasta terminar una relación por creer que la pareja es infiel.

El problema radica cuando estos actos se traducen en algún tipo de incapacidad para la persona. Si alguien se lava las manos constantemente, no es problema hasta que empieza a tener erupciones en la piel o al afectar su economía por el gasto en jabones.

El que una ama de casa barra y trapee cinco veces la casa, sacuda tres veces al día, limpie las ventanas diariamente y las mantenga cerradas para evitar la entrada de polvo, no es problema hasta que esas acciones le impiden hacer otras cosas o hasta que alguien de su familia no soporte las medidas higiénicas a las que tiene que someterse.

"La obsesión se convierte en un trastorno cuando ya no te permite convivir con los demás, ni contigo mismo. Esa es la parte que marca la diferencia", resume el psicólogo Ramírez.

Udall, en Mejor Imposible, no tiene problema alguno con sus...

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