Todos con Vicente

AutorHugo Hernández y Adriana López-Acosta

Como un homenaje al "Charro de Huentitán", Vicente Fernández, quien es una de las voces y figuras más distinguidas de México, PRIMERA FILA lo recuerda de diferentes maneras en esta edición.

Un artista que ha alimentado el imaginario popular con sus películas, videos y, por supuesto, con sus temas musicales que han tenido éxito entre su público sin distinción de edades y condición social.

Y Chente es el inmejorable cierre de Jalisco en Vivo para este año, un cantante que atrae por su figura y su voz, ya que su presencia en el escenario es de gran peso en México y en cualquier parte.

Los imitadores saben que el público reconoce a este intérprete, es por eso que se ha convertido en un clásico de la parodia nacional con el que fácilmente se levanta y pone de buenas a cualquier público, ya sea al interpretar alguno de sus temas o con alguna imitación exagerada, a la que le cuelgan chistes y comedia en distintos tonos.

Sea como sea, el personaje de la películas y los videos ya le pertenece al pueblo y al caricaturizarlo también se le rinde, en cierta forma, culto al ídolo, al charro cantor que tantas alegrías y desahogos brinda a la gente.

Los comediantes que ilustran este trabajo son profesionales, cada uno, por separado y en su propio show, hace su propia caracterización de Chente (así como de otros artistas), y aquí los reunimos como un divertido y entretenido reconocimiento a la leyenda viva, al charro Vicente Fernández, pues hay que reconocer que como él, ninguno.

PRIMERA FILA / Staff

El charro cantor cinematográfico

Vicente Fernández es el último charro cantor cinematográfico, el último que mientras se apersonaba en pletóricos palenques y auditorios, se hacía escuchar en las salas de cine, el último "cantacator" que tuvo "contrato exclusivo" con una productora cinematográfica.

Continuador más que heredero de la tradición de cantantes folclóricos de justificada fama, como Pedro Infante y Jorge Negrete, en pantalla el hijo emérito de Huentitán el Grande extendió el imaginario del charro, el macho nacional por antonomasia, y lo mismo incursionó en aventuras a caballo y con pistola (El arracadas -1977-), dramas sociales (Uno y medio contra el mundo -1973-), que en comedias urbanas (Picardía mexicana -1977-) y rurales (Una pura y dos con sal -1981-).

En todas las películas que participó llevó el rol principal, en las comedias compartía la pantalla con algún comediante conocido, como Adalberto Martínez "Resortes", Héctor Suárez o Alberto "El...

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