Una vida efervescente
| Autor | Stephanie Quiles |
Estudiar ingeniería en agronomía; pasar 10 años en viñedos de Francia, Nueva Zelanda, Chile y Jordania; y una espera de nueve meses en proceso de reclutamiento con cinco entrevistas son sólo algunos puntos que Amine Ghanem ha tenido que cumplir para integrarse al equipo enológico de la bodega más grande de Champagne: Moët & Chandon.
Sólo tiene 36 años de edad y poco más de uno de laborar en la prestigiada casa de vino, pero este libanés demuestra día a día que se ha ganado un lugar en el equipo de 10 enólogos de Moët.
Moët Impérial y su versión Rosé, Nectar Impérial y su presentación Rosé, Ice Impérial, Vintage (con diversas añadas) y MCIII (Luxyry Cuvée) son creados por un enólogo de Nueva Zelanda, seis de Champagne (tres son mujeres), dos del sur de Francia (una mujer) y Amine, de El Líbano; además del Chef de Cave, que es el director de orquesta, pues vela por que el resto del equipo imprima el estilo de la casa en cada botella, en el caso de Moët es la frutalidad y la elegancia.
"Fue difícil entrar, trabajé mucho durante 10 años antes de aplicar. En 2005 llegué a Francia, tenía 25 años, ya era ingeniero agrónomo y fui a Champagne a estudiar en su universidad para hacer esta bebida.
"Laboré en 2006 con otra marca en Champagne; estuve en grandes regiones francesas como Burdeos, Borgoña y Côtes-du-Rhône; y luego empecé a viajar a otros países.
"Hice muchos vinos tranquilos, pero al final quería regresar a mi primer amor, el Champagne, mi elección de vida. Además, desde el primer momento en que llegué a Francia sabía que quería trabajar en Moët & Chandon", detalla Ghanem.
La vacante en la "maison" le quedaba como anillo al dedo, buscaban a un enólogo, gerente de calidad y comunicador, tres de las fortalezas de Amine.
Luego de un proceso de nueve meses recibió la llamada que describe como el momento más feliz de su existencia, luego de ser niño; era la bienvenida a la bodega.
Moët produce el 10 por ciento del vino de Champagne (un tercio del viñedo es propiedad de la casa y el resto es manejado por la misma) y es conocida por todo el mundo.
Es una gran responsabilidad la que recae sobre los enólogos, cada uno tiene una tarea; por ejemplo, hay alguien encargado del viñedo, otro de la levadura y su fermentación, algunos están en laboratorio, otro más prepara las mezclas y Amine se hace cargo de la calidad de embotellado, es decir, desde la segunda fermentación hasta que llega al consumidor.
TRABAJO EN EQUIPO
Si bien cada enólogo tiene su...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba