VIGÍA DE BOLSILLO / Derecho a subsistir

AutorSofía Orozco

En la radio suena un comercial, espantoso él por donde se le escuche. La pauta oficial comienza con la voz lánguida y poco entusiasta de una mujer que increpa a otra: "un bebé, Mariana, un bebé", extrañándose de que la tal Mariana no esté contenta por la noticia de un embarazo que le cambiará la vida. Mariana se defiende diciendo que "tiene miedo que la patrona la corra, y que para las consultas médicas y el parto ¿pos de dónde?".

La de la voz lánguida de inmediato la tranquiliza notificándole que las empleadas domésticas tienen derechos y que desde hace unos meses la Suprema Corte de Justicia resolvió que en el IMSS recibirá la atención médica gratuita que tanto anhela para ella y su creatura.

Ese comercial bien intencionado que parece enaltecer el enfoque de que por fin la justicia social amparará a las trabajadoras domésticas para que dejen su historia de discriminación y ya tengan servicios de salud, ahorro para el retiro, guarderías, pensión, créditos para vivienda y otras bondades usuales en otros empleos regidos por "las prestaciones de ley", nos da pie para dejar en evidencia lo tarde que vamos en "darnos cuenta".

Empecemos por el término "patrona" que prácticamente nos transporta al feudo. La dueña, el ama, la que manda, también significa la que ampara, la que protege y defiende; tanta flexibilidad en esta acepción nos tiene montados en el péndulo y así como hay verdaderas explotadoras, también hay las que acogen y cuidan.

Sigamos con los derechos ¡por fin! ganados, casi finalizando la segunda década del siglo 21: esto no es esclavitud. La jornada de 8 horas, el descanso obligatorio, las vacaciones pagadas, la prima vacacional, el aguinaldo y demás complementos que hacen del salario una forma legal de subsistencia de prácticamente cualquier trabajador, también los incluye a ellos, los trabajadores "domésticos".

Continuemos con el derecho a la salud, y el estado caótico del IMSS que si bien no es obra exclusiva de la 4T, sino de la persistencia de todos nuestros gobiernos, es de alarmar que se avecinen recortes, que la compra de medicamentos de la que siempre se ha medrado en detrimento de los usuarios siga amañada, y que no obstante se pretenda dar cabida a más derechohabientes. Esa historia ya la sabemos: atención precaria, carencias, dilación, diagnósticos inoportunos, fallas, riesgos y, con algo de suerte, atención médica y recuperación de la salud; al IMSS le caerán muy bien las cuotas que bajo esta nueva...

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