VIGÍA DE BOLSILLO / Pudor y liviandad

AutorSofía Orozco

Qué tiempos estamos viviendo. De pronto parece que todo sucede por WhatsApp, esa aplicación para teléfonos móviles que lo mismo sirve para organizar grupos afines, compartir chismes, debatir sobre temas serios, hacer negocios, conglomerar a padres de familia, mandar memes, noviar, platicar, ligar, hacer cadenas de oración y, por qué no, mandar noticias falsas, bendiciones, mensajes motivacionales, entre otras cuestiones cuestionables.

Hace unos días, vía WhatsApp por supuesto, circuló una invitación a un "Curso básico de tiro con arma corta". Como quien invita a un curso de crochet o de chocolatería, acá aprender a desenfundar, empuñar y disparar un arma real es el objetivo. Seguro es con el "bien intencionado" fin de que todos aprendamos por si necesitamos "defendernos"; pero a todas luces, aquello no deja de ser un campo de entrenamiento.

Curioso es que por estas mismas fechas conozcamos que según la Encuesta de Seguridad Pública 2018 del observatorio Jalisco Cómo Vamos, un 65% de los encuestados afirmó estar "de acuerdo" y "muy de acuerdo" con la realización de las volantas de vigilancia, operativos que consisten en parar y revisar autos y pasajeros de manera aleatoria en busca de armas, que, según Inegi, son las favoritas cuando de homicidios se trata, con un 68 por ciento de las preferencias entre los asesinos.

La mitad de los tapatíos dijo que no se siente seguro en ningún lugar, y quizá eso explique que se acepte gustosamente una medida anticonstitucional, discrecional y alejada de los derechos humanos; al igual que sea bien vista la proliferación de armas, aunque esa proliferación se esté dando en ambos bandos, el de los buenos y el de los malos.

Nuestro todavía Gobernador anunció a principios de este mes, justo después de los asesinatos de 6 policías de la zona metropolitana, una especie de "militarización": fuerzas de reacción integradas por patrullas militares, Policía Federal, Secretaría de Movilidad y Policía Municipal que circularán en busca de posibles delincuentes. Quizá molesten o intimiden a mil ciudadanos antes de toparse con una amenaza real, o quizá nunca se topen con ella, pero el mensaje enviado por la autoridad es que algo se está haciendo.

Pocas reacciones ha habido entre los ciudadanos a estas "Fuerzas de Reacción Inmediata Mixta" y sí en cambio un alto grado de aceptación. Pensando en que una invasión a nuestras libertades (un mal menor) nos protege de un posible mal mayor, hay quien...

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