VIGÍA DE BOLSILLO / Sueño

AutorSofía Orozco

Hoy la Ciudad amanece trasnochada, con banderines rotos, botellas vacías, sobras de guacamole ennegrecido y ecos de trompetas y música de banda. Es lo que quedó de la fiesta por la Independencia, la fiesta de lo que "somos" y lo orgullosos que "estamos".

También quedó un cruda tremenda.

Los mariachis callaron para devolvernos del sueño de faldas que ondean al aire y botines que hacen sonar el piso, de sombreros bordados que sirven para esconder besos, de trenzas coloridas, de lentejuela y collares, de pólvora festiva, de gritos y chiflidos, de niños que corren y ríen, de eternas mujeres sonrientes que pestañean con ritmo y hombres siempre gallardos y honrados.

Pasó la escena de impostura y estamos de nuevo en nuestra realidad. ¿Qué somos? ¿Quiénes somos?

Para ser sinceros, el dolorcito constante de cabeza y la resaca ya venían desde antes de la fiesta, desde hace tiempo teníamos "esa" sensación de incomodidad.

Somos mexicanos. Los mismos que hacemos fiestas con karaoke a todo volumen, y no paramos hasta las 4 de la mañana sin importarnos que los vecinos no puedan dormir.

Somos mexicanos. Los mismos que "con las prisas" nos estacionamos en rampas, pasos de cebra, cocheras y banquetas, esperando que los demás sean quienes nos entiendan y hagan un esfuerzo por rodear nuestro automóvil.

Somos mexicanos. Los mismos que robamos un celular, un auto, una camioneta vieja, y matamos por ejemplo, a un niño de 4 años porque nos estorbó.

Somos mexicanos. Los mismos que hemos hecho de la incivilidad y la prepotencia un espectáculo: los Lords y las ladies brotan cada día, conduciendo alcoholizados, atropellando, corrompiendo, insultando.

Somos mexicanos. Los mismos que queremos que todo cambie como por arte de magia, pero sin cambiar nosotros. Los que queremos la ley para el otro, y la excepción para nosotros. Que el otro haga y yo descanse, que el otro pague y yo disfrute. Los que nos quejamos de todo pero no hacemos nada.

Somos mexicanos. Los mismos que nos odiamos por ser diferentes: por güeros, por morenos, por ignorantes, por cultos, por pobres, por ricos, por nacos, por fresas, por veganos o carnívoros, por consumistas o ecologistas, por religiosos o ateos, por liberales o conservadores.

Somos mexicanos. Los mismos que hemos permitido que los peores perfiles de otros mexicanos se involucren en política (corruptos, estafadores, incapaces) y no sólo eso, ¡los hemos elegido mediante nuestro voto libre para representarnos!

Somos mexicanos...

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