VIGÍA DE BOLSILLO / ¿Algo trama?

AutorSofía Orozco

Desde que un Gobernador priista propone eliminar por completo el financiamiento a partidos en año no electoral, todo suena muy, muy raro.

Acostumbrados a décadas de explotación, usufructo y derroche de recursos electorales y su continuidad, en donde "elecciones" no es más que una agencia de colocación para la "empresa mexicana" que ofrece las mejores oportunidades laborales y de negocios, prestaciones insuperables, discreción absoluta y crecimiento sostenido, uno no puede más que dudar.

Es como renegar del sistema que te llevó a donde estás, una vez que ya estás donde estás. O peor aún, descalificar todo tu pasado, una vez que ya gozas de sus beneficios en el presente.

Imaginemos a una reina de belleza que obtiene su triunfo con ayuda de un cirujano plástico, pero que ya que se ve agitando el cetro y sosteniendo la corona, exige que en los subsecuentes concursos se descalifique a las concursantes que hicieron uso del bisturí para "enfatizar" su belleza.

No dudo que su arrepentimiento sea real (hablo de la reina de belleza), pero su posición se vuelve comprometida, y su pronunciamiento, difícil de creer.

Un activo del mismo PRI que nos ha dado las sorprendentes historias de Javier Duarte, Moreira y Yarrington. Un compañero de elección de Enrique Peña Nieto; un colega de partido de bochornosos líderes sindicales; un priista con membresía, nos viene a hablar de ¡mesura!

Cuesta creerlo pues.

Ese tema de no hacer gastos onerosos que en nada abonan a la democracia se podría tratar de inicio con Lady del Erario (hija de Romero Deschamps), Lord Sedesol (hijo de Luis Enrique Miranda) o Lady Sedesol (nuestra Gloria Judith Rojas Maldonado). Creo que nos resultaría menos escandaloso que sus bolsos, joyas, relojes y trapitos fueran piratería china; al menos tendríamos la tranquilidad de que, independientemente del tamaño de su fortuna, no están gastando tanto.

Aristóteles Sandoval dice que desafía al statu quo y que asume y se compromete con el mandato generacional de pensar y actuar diferente. Curiosamente, esto de desafiar lo establecido, tomar acciones y ser el iconoclasta de la generación, se parece más a lo que hace alguien como Pedro Kumamoto y su equipo, pero, habrá que darle el beneficio de la duda: todavía es joven y puede rectificar.

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