Visiones que convergen
| Autor | Marco Antonio Mata, Andrea Martínez de la Vega y Natalia Barraza |
La profesión arquitectónica, presente en cualquier modo de actividad humana, responde a las necesidades y actividades diarias de la gente, lo que la lleva a manifestarse en proyectos tan únicos como sus usuarios.
Por un lado, Covadonga Hernández se enfoca en las sensaciones que un espacio genera en los usuarios.
Azul Hicks, por su parte, presta especial atención al rol que juega el diseño en el bienestar del individuo.
La mirada de Javier Senosiain describe lo orgánico de la arquitectura, que debe adaptarse a su entorno natural y a su creador; mientras Benjamín Romano se centra en las grandes edificaciones, una de ellas la Torre Reforma, en CDMX, obra de su autoría.
Así, estos artífices reúnen múltiples voces cuya experiencia y conocimiento amplifican la visión que se tiene sobre estas disciplinas, las cuales forman parte fundamental de la vida diaria.
ARTÍFICE DE GIGANTES
Benjamín Romano
Fundador del despacho LBR + A Arquitectos
El panorama urbano de la Ciudad de México se caracteriza por íconos como el Ángel de la Independencia o la Torre Latinoamericana, pero, en años recientes, se ha redefinido gracias a nuevos rascacielos.
Hasta el momento, el más alto de ellos es la Torre Reforma, edificio creado por el arquitecto Benjamín Romano y el quipo de LBR + A Arquitectos, que se eleva 246 metros sobre esa avenida y que supera en tamaño a sus vecinas, la Torre Mayor y la Torre Bancomer.
Esta obra arquitectónica no destaca sólo por su altura, pues su planteamiento estructural, que la guarda de los movimientos sísmicos y presume los muros de concreto expuesto más grandes del mundo, es único.
"La Torre Reforma es un sistema muy innovador. Diseñamos estos dos muros en forma de libro abierto que se empotran 60 metros bajo la tierra, libran el fondo del lago preexistente en la Ciudad y se alzan hasta la cuota de 246 metros", explicó Romano.
"De esos muros cuelgan atirantados a base de una retícula diagonal los 57 pisos. Estas lozas que están colgando generan unos clusters cada cuatro pisos, donde tienen jardines de triple altura con luz natural. La idea de este edificio es que es raro, ya que está formado por 14 edificios de cuatro pisos".
La innovación es parte de la estética del rascacielos, ganador de la medalla de oro en la Bienal de Arquitectura Mexicana 2016, en el que se usaron concreto, acero estructural, aluminio, cristal y madera como únicos materiales.
Otro aspecto que hace única a la Torre Reforma es que se integra con una casa de 1929 que se tuvo que mover entera para realizar la cimentación.
"Fue una audacia estructural y me parece que tuvo mucho éxito. A las autoridades de Bellas Artes y Sitios Patrimoniales les encanta usarlo como ejemplo de cómo sí se puede preservar el patrimonio cultural de nuestra Ciudad", señaló.
Inspiración y visión
Benjamín Romano es egresado de la Universidad Iberoamericana, donde empezó a estudiar en 1972 y comenzó a dar clases 10 años después.
Su amor por la arquitectura fue inspirado en la década de los 60 por el afamado ingeniero mexicano Heberto Castillo Martínez, a quien fue cercano y de quien reconoce su dedicación y conocimiento estructural.
"Me enamoré...
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