¡Aborten, aborten!

AutorBenito Jiménez

México.- A 17 mil pies de altura (poco más de 5 km), donde la temperatura, registró menos 5 grados centígrados, doce Paracaidistas se colocaron sus cascos y con el pulgar hacia arriba se desearon suerte.

Su objetivo era caer en el Zócalo, un número programado previo al desfile militar.

El Capitán del helicóptero MI-17 mostró al comandante la zona de la Merced, era el punto que más se distinguía. La Plaza de la Constitución era invisible por la nubosidad.

"Tres minutos para saltar", dijo el Capitán Jaime Espinosa a sus "parachutes". Eran 10:33 horas.

Pero "Pelícano", la clave del mando que estaba en tierra, retrasó a otros 2 minutos el salto. Estaban en pleno ajuste de tiempos.

El helicóptero giró de nuevo para encontrar el único hueco, el de la Merced. Espinosa desesperaba por encontrarlo.

Tras saltar, la idea era entrar por encima de Palacio Nacional viendo hacia la Torre Latino.

Entrar por el sur al Zócalo era una posibilidad, pero las antenas del edificio del Gobierno del Distrito Federal representó un riesgo latente.

Los dos minutos pasaron. Las nubes habían tapado toda la visibilidad. "Hay mucho riesgo, no se ve el objetivo", gritó Espinosa. "¡Aborten!, Aborten!", se ordenó desde tierra.

La frustración se reflejó en los rostros de los...

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