¡Es Puma¡/ ¿Mundial de Clubes?

AutorGermán Dehesa

De una vez y para salir de dudas, descubramos el Mediterráneo: una cosa es la teoría y otra es la práctica; el mundo está lleno de excelentes ideas y de magníficos proyectos que cuando aterrizan en la realidad resultan catastróficos, o enormemente fallidos. Creo que éste es el caso del extraño torneo que se anunció como "Mundial de Clubes". En principio - ningún aficionado lo negará- la idea suena magnífica. Por mucho que una Selección Nacional entrene y busque conjuntarse, no conseguirá la fluidez, el trabajo de equipo y la asimilación de un sistema que puede obtener, a través de su trabajo de conjunto, un club que entrena buena parte del año atenido a un concepto futbolístico determinado y con jugadores que cotidianamente comparten virtudes y defectos. En teoría, pues, un equipo hará un futbol más armonioso que el de una Selección. En teoría, podríamos disfrutar en un cotejo Mundial de Clubes de un futbol de insuperable calidad. La clave estaría en la disponibilidad de los clubes, en la actitud con la que llegaran a ese torneo y en los criterios de selección que se aplicaran. Es en estos términos donde el Mundial de Clubes se fue, en la práctica, al demonio. Según me dicen, algunas federaciones (como la UEFA) no quisieron ni oír hablar del torneo y, según deduzco, los organizadores no son muy eficientes como tales, o encontraron tan grandes obstáculos que lo que podría haber sido una deportiva fiesta planetaria, terminó en preposada tropical. Aunque estos renglones están redactados antes de que concluya la deslucida pachanguita, creo que ya hay elementos para hacerse, por lo menos, dos preguntas: ¿por qué están los equipos que están? y ¿por qué no están tantos excelentes equipos que tendrían que estar? Mi amigo el gitano respondería: misterios del cuerpo humano.

Párrafo aparte merece el desempeño del llamado "mejor equipo del mundo", el Manchester United (cuya nómina, según la revista "Proceso" es de 43 millones de dólares, aunque el semanario no aclara si se trata de sueldos anuales, semestrales o quincenales). Lo que en el Mundial de Clubes ha mostrado el equipo inglés es que, si se lo proponen, pueden jugar peor que la selección de disléxicos de Apatzingán y que llegaron con un objetivo clarísimo: regresar a Inglaterra lo más pronto posible. Sería muy gratificante decir que el Manchester jugó a la altura de su prestigio y que sus jugadores devengaron con creces los principescos salarios que reciben. Decir esto le daría dimensiones...

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