¡Hachazos! / Andamiajes averiados
| Autor | San Cadilla |
Parece que, ahora sí, la suerte que acompañó durante mucho tiempo al uruguayo Eduardo Acevedo se le acabó con el triunfo de las Águilas sobre los Tecos.
Se han agotado los "andamiajes" y los conceptos estrafalarios, y ya ni su envolvedor verbo podrá salvarlo de la guillotina. Hasta acá se escucha que ya la están afilando.
Por mucho tiempo, la prioridad para la directiva fue traer a un técnico que pudiera hacer que Juan Carlos Leaño sacara al Beckenbauer que lleva adentro (muy, pero muy dentro), pero para conseguir tal cosa se necesitaría que todos los brujos de Catemaco trabajaran coordinados con los santeros venezolanos, con los videntes de Arabia y con los pulqueros de mi pueblo.
Ése fue el motivo por el que la directiva se inclinó en su momento por Óscar "El Cabezón" Ruggeri, y también por el que contrataron nuevamente a Acevedo, pues la mejor época del retoño había sido con el charrúa.
Como ya la situación no está para darle sus empujoncitos al chamaco, parece que ahora sí, la gente de pantalón largo está por tomar decisiones cruciales, y se va a olvidar un tiempo del crecimiento futbolístico del "Cheto" para conseguir algo mucho más importante: que Tecos no se vaya en tobogán a la Primera A.
El nombre que ya empieza a sonar en el nido es el de Víctor Manuel Vucetich, quien en estos momentos se debe encontrar en Monterrey escogiendo con qué traje llegar a Guadalajara.
Desde que fue echado del Veracruz en el Clausura 2005 estuvo coqueteando con otro equipo tapatío, el Atlas, donde estaba entonces un gran amigo suyo, Jaime Ordiales, pero al final de cuentas la Comisión de Futbol de los Zorros optó por Daniel Guzmán.
Notitas de sociedad
Rebosante y un poquito nervioso se veía el pasado sábado el jugador de Chivas, Rafael Medina, cuando contrajo matrimonio con Michelle Alejandra, quien es de Guadalajara, aunque conoció a su ahora esposo en La Piedad.
Les voy a contar un poco de la historia de este romance, nomás para que no digan que no le hago a la nota social. Resulta que cuando Rafa jugaba con aquel extinto equipo michoacano, donde recibió su primera oportunidad, era muy amigo de Margarito González, quien ya estaba casado con la hermana de Michelle.
Fue precisamente su compañero el que sirvió de Cupido para que Medina encontrara a su media naranja, y como buen mexicano tuvieron que pasar casi...
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