¿Filántropo Yo?/ Navidad a la occidental

AutorReneé Hubard

Miles de millones de personas que en oriente profesan otras religiones seguramente se quedarían pasmadas con las imágenes navideñas de occidente.

En México hay ciudades desquiciadas por un tráfico que no conoce horario ni lógica, infestado de ventas nocturnas y descuentos semi-ficticios. Los estacionamientos saturados en los centros comerciales, las colas en todos los supermercados, boutiques o tiendas departamentales y el desabastecimiento de productos también forman parte del surrealista escenario.

Hasta los cajeros automáticos después del fin de semana quedaron exánimes, huecas de efectivo sus metálicas barrigas, sin nada que ofrecer a las interminables filas de futuros compradores decembrinos.

Sin duda visiones apocalípticas enmarcadas por los -muy a tono- fuegos artificiales de un volcán que se ha sumado al frenesí del país con una erupción compulsiva que nos estremeció.

Y de seguro nuestros orientales vecinos del otro lado del globo se dirían que es curiosa esta manera tan materialista y caótica de festejar el aniversario del príncipe de la pobreza y la espiritualidad en la cultura occidental.

Como todo en la vida, hay ciertas cosas que se aman y se odian a la vez, y es cierto que esta faceta de la Navidad no puede resultar más repugnante cuando nos preguntamos qué es lo que le regalamos al supuesto festejado: el niño-Dios.

Sin embargo existe el otro lado de la moneda. Es una época mágica que inocula una felicidad inexplicable -pero indudablemente real- a los mexicanos de este diciembre, y es causa de reuniones en el trabajo y la familia en las que está siendo posible crear un ambiente cálido y alegre en que se comparte profundamente el afecto y se viven momentos muy especiales.

Son también tiempos de reflexión sobre nuestras promesas y compromisos de cambio para ser mejores, dejar vicios (como el cigarro, ya sabrán) y lanzarnos con nuevas fuerzas a este cambio gigantesco de milenio, de gobierno y de actitud personal para el 2001.

Esta Navidad es un...

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