¿Y dónde quedó el Informe?
| Autor | Alberto Aguirre |
MURAL / México
El Quinto Informe de Vicente Fox fue anticlimático, por su falta de contenido y por la actitud desganada de los congresistas.
"¿Y dónde está el informe?, ¿Y dónde está el Informe?", corearon priistas y perredistas, al final de su mensaje de 41 minutos.
A su modo, el Presidente quiso terminar con el "rito" de una ceremonia en la que el Ejecutivo en turno lucía las cifras que daban sustento a los éxitos de su gestión.
En cambio, en su texto de 23 cuartillas, buscó responsabilizar al Congreso de lo que no se ha hecho.
"Hemos construido demasiados muros y pocos puentes", reclamó a los diputados que resintieron el comentario y lo reprocharon a gritos. Una de las cinco interrupciones que tuvo de la Oposición.
El Presidente agrió el gesto y esperó a que el presidente de la Cámara de Diputados, el priista Heliodoro Díaz, impusiera el orden.
"Hoy más que nunca es imperativo que la política sea la base de nuestro sistema democrático", clamó al reanudar su discurso.
Fox decidió dejar por escrito la información sobre el estado general que guarda la administración pública en el país y aprovechar la tribuna para formular "una reflexión política" sobre los avances y los retos que enfrenta el país.
"Soy el primero en reconocer que todavía no alcanzamos el ideal de una sociedad que satisfaga plenamente las necesidades fundamentales de todos los ciudadanos; que estamos aún por debajo de lo que México demanda y merece", dijo en tono autocrítico.
"Lo que antes era privilegio de pocos empieza a ser una conquista de muchos. Ahora las familias pueden ver el fruto de su esfuerzo reflejado en un patrimonio", decía el Presidente.
"Pero nomás la tuya", gritó desde su curul la priista Sofía Castro.
Su comentario marcó el tono del Quinto Informe.
Cada spin que trataba de enfatizar el Presidente, era objeto de la sorna de los tricolores.
"Para acelerar el paso y avanzar al ritmo de demanda México debemos tomar decisiones", exhortó.
"Entonces ya deja a Marta", se oyó en el Salón del Pleno.
"Los que tenemos la responsabilidad de representar a los ciudadanos no podemos guiarnos por pasiones personales", siguió el Presidente.
"¡Qué difícil es mantenerse callado!", tronaba la priista Margarita Martínez, quien de plano no se aguantó cuando Fox dijo que todo aquel que, desde el gobierno, defraude la confianza del pueblo, debe ser castigado.
"¡Escuchaste Martita!", dijo a todo pulmón.
"En julio del 2000, la ciudadanía se volcó en las urnas su exigencia de cambio...
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